La fe de un niño: lecciones de pureza y esperanza💞
La fe de un niño es uno de los regalos más hermosos que podemos observar. En sus ojos llenos de inocencia, en sus palabras sencillas y en sus gestos desinteresados, es donde encontramos un reflejo de lo que significa confiar plenamente, sin condiciones. Jesús mismo dijo:
“Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo impidáis, porque de los que son como ellos es el Reino de los cielos” (Mateo 19:14).
En este artículo queremos compartir cómo la fe de los más pequeños no solo inspira, sino que también enseña a los adultos a vivir con esperanza, gratitud y confianza en Dios.
La pureza en la fe de los niños
Un niño cree sin cuestionar y ama sin esperar nada a cambio. Es por eso por lo que esa fe pura es un ejemplo de cómo deberíamos acercarnos a Dios: con un corazón limpio, libre de toda duda y lleno de sencillez.
En nuestros proyectos en Mozambique, Asia y España, hemos sido testigos de momentos que nos llenan el alma: niños que oran antes de recibir un plato de comida, pequeños que agradecen por sus familias aun en medio de la pobreza y otros que expresan su espiritualidad a través del arte.
Su fe es real, sincera y poderosa.
La historia de Samuel
En la escuela de Mozambique, los niños hacen una breve oración antes de empezar las clases. El sábado pasado, el profesor notó que Samuel, de tan solo 6 añitos, cerraba los ojos con fuerza y susurraba:
“Gracias por el arroz de hoy, gracias, porque podré seguir aprendiendo”.
Samuel y su familia viven con muy pocos recursos y, a veces, la comida del mediodía en la escuela es el único plato completo que recibe en el día. Aun así, él nunca olvida dar gracias y mantener la ilusión por aprender a leer y escribir.
Ese gesto tan sencillo enseñó a todos los que estaban presentes que la gratitud no depende de lo que tenemos, sino de la fe con la que miramos la vida.
💡 Reflexión
La fe de un niño es un faro que nos invita a volver a lo esencial: confiar en Dios, agradecer lo que tenemos y compartir lo que somos. En un mundo lleno de prisas, miedos e incertidumbre, escuchar las oraciones de los niños y ver su esperanza nos recuerda que la verdadera fe es sencilla y poderosa.
En Cielos de Fuego trabajamos para que esa fe crezca y dé fruto, ofreciendo proyectos de educación, asistencia sanitaria y acompañamiento espiritual. Tú también puedes ser parte de este movimiento de amor y esperanza.
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